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EL PAPANICOLAOU

Lo que debes saber del papanicolaou:


Si ya iniciaste tu vida sexual o eres mayor de 21 años, debes conoces el Papanicolau, un examen que sirve para detectar el cáncer del cuello uterino. No esperes a sentirte mal para visitar a tu ginecólogo y pedirle que te revise. Tienes la oportunidad de prevenirlo.


Aquí algunos puntos que debes conocer de este estudio:


1. Tiene varios nombres. Algunas lo llamamos citología vaginal y otras la prueba del Papanicolau. En Estados Unidos comúnmente se le conoce como el ‘Pap’. Dile como tú quieras, pues todos los nombres se refieren exactamente al mismo examen.


2. Detecta el cáncer cervical (del cuello del útero o del cuello de la matriz), uno de los más comunes en las mujeres. La citología vaginal, o el Papanicolau, ayuda a descubrir si hay anormalidades en el cuello de la matriz, es decir, si tiene células cancerosas o precancerosas (se sospecha que pueden llegar a desarrollar cáncer en un futuro). Actualmente es la mejor forma para detectar este cáncer a tiempo.


3. El Papanicolau forma parte de tu revisión ginecológica. El ginecólogo te introduce un instrumento llamado “espéculo” dentro de la vagina, que le permite ver el cérvix. Luego hace un “raspado” para tomar una pequeña muestra de las células que se encuentran en él. Por último, la envía a un laboratorio para que la analicen bajo el microscopio, para saber si las células son anormales y así detectar si tienes cáncer o estás en riesgo de tenerlo en el futuro. Es un examen bastante rápido, que puede causar alguna molestia, pero no es doloroso.


4. De acuerdo con las fuentes oficiales en Estados Unidos, la idea es que te empieces a hacer la citología vaginal o ‘Pap’ tres años después de haber iniciado tu vida sexual o cuando cumplas los 21 años, lo primero que suceda.


5. Tal vez has escuchado decir que no debes hacértelo si aún eres virgen. Es probable que durante la citología vaginal tu himen se estire o se rompa, aunque no siempre sucede esto. Sin embargo, algunos especialistas dicen que realmente no pierdes tu virginidad hasta que tienes una relación sexual.


6. Hasta los 30 años, lo ideal es que te hagas el examen una vez al año o como máximo cada dos años. Después de los 30 años las cosas cambian un poco y si los últimos exámenes te han salido negativos (es decir, cuando todo está bien), puedes hacértelo cada dos o tres años. Pero siempre es mejor consultar con el médico, ya que hay mujeres que tienen mayores riesgos de desarrollar cáncer cervical y por eso deben hacerse el examen anualmente sin importar su edad.

 

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