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PREVENCION TEMPRANA DE ENFERMEDADES CRONICAS

En la actualidad, cinco enfermedades son las causantes de dos terceras partes de las muertes en muchos países del mundo: enfermedades del corazón, cáncer, derrames cerebrales, diabetes mellitus y enfermedades pulmonares crónicas. Se sabe además que una tercera parte de todos los años de vida potencial perdidos antes de los 65 años, son producidos por esas

enfermedades crónicas.

Esas enfermedades crónicas tienen dos importantes características desde el punto de vista práctico: cuando empiezan, son silenciosas y traicioneras (es decir no tienen síntomas) y pueden prevenirse o detectarse precozmente.


Tres tipos de prevención


Cuando uno habla de prevención de enfermedades, en realidad se está refiriendo a tres tipos de prevención y son importantes entender para aumentar su beneficio.


La llamada prevención primaria, consiste en evitar que el agente causante de enfermedad, se ponga en contacto con el organismo. No fumar o no dejar que fumen delante de nosotros es un ejemplo de esa prevención primaria. Otros ejemplos son la alimentación saludable (impedir que sustancias causantes de enfermedad como grasas-trans y colesterol ingresen a nuestro cuerpo), protegerse de los rayos ultra violetas y vacunarse contra el virus papiloma humano (VPH).


Prevención secundaria, es lo que llamamos despistaje, tamizaje o cribaje, y se basa en el concepto de que muchas enfermedades tienen un largo período de desarrollo y sus inicios no presentan síntomas. Al descubrir la enfermedad antes que se desarrolle, mediante exámenes específicos, es posible curarla con índices muy altos de curación. Ejemplos son la detección precoz del cáncer de las mamas, del cuello del útero, del intestino grueso, de la próstata, de la diabetes mellitus, y las enfermedades del corazón.


Prevención terciaria, por su parte, es impedir que una enfermedad ya tratada pueda provocar complicaciones por sus secuelas. Ejemplos son la rehabilitación de un paciente que ha tenido un derrame cerebral o un infarto cardíaco o de un paciente que ha sobrevivido al cáncer.


La adopción de prácticas de medicina preventiva exige un profundo cambio en la mentalidad de la gente pues no existe una bola mágica que permita vivir más años y con más calidad. Para eso es necesario un diario trabajo en alimentación saludable, ejercicio, evitar sustancias que se sabe causan enfermedades, y prácticas metódicas de exámenes de detección para encontrar las enfermedades cuando aún son tratables y curables.


La medicina preventiva del futuro va a requerir que se cambien los comportamientos no saludables de poblaciones extremadamente resistentes al cambio. En ese sentido, no es fácil convencer a una persona que cambie hábitos profundamente enraizados en su vida. Aprender a alimentarse saludablemente, tener fuerza de voluntad para hacer ejercicios, luchar con la adicción a la nicotina, vencer el temor para enfrentar una visita periódica al médico son comportamientos difíciles de implementar.


La idea, estimado lector, es que siguiendo los próximos cuatro consejos básicos, usted pueda prevenir y detectar una enfermedad crónica y pueda llegar a viejo, lo más joven posible.

  • Alimentándose saludablemente. Comer de todo en porciones pequeñas, prefiriendo alimentos de origen vegetal.

  • Practicando treinta minutos de actividad física diaria.

  • No fumando cigarrillos ni dejando que fumen delante de usted.

  • Visitando anualmente a su médico para hacerse las pruebas de detección necesarias de acuerdo a su edad y riesgo.




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